Los canelones fueron inventados en la pobre cocina borbónica del siglo XIX en Civitella del Tronto, un pequeño pueblo de la provincia de Teramo y sirvieron para los oficiales franceses con el nombre de 'Scrippelle', antagonistas de la famosa 'Rivotiche', elaborados con solo agua y harina, rellenos con los llamados “restos” (verduras, carnes y hierbas) y en algunos casos cubiertos con una gran cantidad de queso Pecorino de Abruzzo.

Elaborado con una hoja de sémola de trigo duro, estirado en bronce y secado lentamente a baja temperatura, los canelones solo necesitan ser sazonados y puestos en el horno crudos durante 40 minutos.

Recomendamos los siguientes rellenos: queso ricotta fresco, verduras salteadas, un poco de queso Pecorino de Abruzzo y un poco de aceite de oliva virgen extra Rustichella INTOSSO, o con un ragú de Rustichella Pomodoro a Pera d'Abruzzo y salchicha de carne o hígado. de Abruzzo. 

Tiempo de cocción: 40 minutos

La pasta aporta grandes cantidades de hidratos de carbono, en concreto almidón. La proteína más importante de la pasta es el gluten que le confiere su elasticidad típica. El contenido medio se sitúa alrededor del 12%, aunque es deficitaria en lisina, un aminoácido esencial.

El contenido en fibra es variable (dependiendo del grado de extracción de la harina) y como micronutrientes destacan zinc, fósforo y selenio (minerales) y tiamina y niacina (vitaminas). Su contenido será mayor o menor dependiendo de si se enriquece la harina o no.